8.29.2008

Ninguna de cal, ninguna de arena.

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Caballeros, esos de las películas medievales, vestidos con lujosos trajes llenos de encajes y piedras preciosas estilo Luis XV, y aquellos majestuosos jinetes, resguardados dentro de sus brillantes armaduras y acompañados de sus blancos corceles envueltos en kilos de hierro forjado.

Esos eran los de antes. Pero en este capítulo de la novela, no nos detendremos así como así en un pasado remoto, si no que nos sumergiremos sin patas de rana ni nada, a hablar de los “caballeros” de hoy, XXI siglos después de que Jesús transformara el agua en vino de mesa. Seres que mañana serán únicamente un mito, pero que hoy, son tapa de revista, empleados de oficina y hasta los podés encontrar durmiendo en tu propia cama.

Dicen los especialistas, que este ser que ayer brillaba por sus alhajas de oro, hoy brilla por su ausencia. Las mujeres lo sustentan en su sano juicio, y ellos, siguen sin dar pie con bola. Ellas, lo lamentan; ellos, se cagan de risa.

El hombre moderno y canchero de nuestros días se lleva el mundo por delante, o al menos eso cree, pero se olvida, que hay mujeres que leyeron extensos manuales de historia medieval, o que se sentaron tardes enteras con la abuela Pocha a tomar unos mates, y que esperan algo más de una relación amorosa, si es que hoy se puede aspirar a eso (Yo diría que a ponerla, a fumarse un pucho y a morfar el pedazo de pizza que sobró de anoche).

Ellas, desean que les digan lo lindas que están, que les abran la puerta del auto, o que les presten el abrigo en esa fiesta pleno Julio, donde hay escarcha, y ella, vivita y coleando, se fue vestida igual que al desfile de Dotto en Punta del Es.

Te pasaste horas tratando de seducir al espejo, te gastaste kilos de rubor, decenas de tarros de perfume importado, sólo para que él llegué, y toque un bocinón, o te mande un puto mensaje de texto que dice: “gorda, estoy afuera”. Gorda tu abuela. Hace dos semanas que estás a yogurcito Ser y lechuga repollada, y él se da el lujo de decirte GORDAAA.

Idignada, demorás a propósito; mínimo, habías esperado que te toque el timbre. Y salís, con tu vestido de seda, y unos tacos que te hacen sentir más insegura de lo que ya estabas, de una que te vas a caer. De repente, lo vez, y por dentro pensas: “Uf, por lo menos se bajo para veme y para abrirme la puerta del auto”. Le decís hola, y él te dice, que le gusta más el vestido que te habías puesto la otra vez. La vena ya se te explotó. Pero como ya más o menos sabés como viene la mano, ningún ancho esta vez, te la comés. “Gordi, ¿adónde está el auto?”, emm, vine en la moto te dice, y vos te empezás a reír, hasta que te das cuenta que no era un chiste, le hacés un escándalo, y a los 10 minutos estás arriba de la moto, maldiciéndolo a él, a su moto, y a todos los santos. Y encima, cuando vuelven de la fiesta, te empieza a dar besos y te pide perdón, todo porque estás sola en tu departamento, encima un caradura el muy hijo de puta. Lo peor, es que le das los besos, y termina durmiendo ahí con vos. Que hijo de puta.

Esta, es una historia de las tantas. Pero como la chica que se despeinó rumbo a la fiesta, está la que tiene una hernia porque Juan no la ayudó cuando levantaba el sillón para limpiar el piso; la que tuvo que comprar flores de plástico, porque nunca a Rodrigo se le ocurrió que a una mujer le gustan esos detalles; la que tiene dos moretones en el culo, porque Hernán nunca le acercó la silla cuando fueron a cenar; la que murió deshidratada, porque Roberto nunca atinó a servirle agua en la comida; y por último la que fue el baño y no pudo limpiarse el culo, porque se gastó 5 rollos secándose las lágrimas el día en que Javier se olvidó que era su aniversario.

Chicos, no queremos que nos compren una 4x4 (mmm, bueno tal vez un Susuki Fun, o un Gol), ni pretendemos que se gasten todo el sueldo en un anillo de brillantes, pero necesitamos sentirnos amadas, respetadas, protegidas, y no es un capricho; hasta la mujer más autosuficiente, más osada y más fría, quiere que le regalen ese ramo, o que al menos le digan lo lindas que está (una mentirita piadosa de tanto en tanto está perdonada).


Doritos dice: “Que vuelvan los caballeros”

8.16.2008

RRPP

No te rompás el culo estudiando 5 años, o 7, dependiendo de tu coeficiente intelectual y las ganas de hacerte una paja que tengas.

Para ser Relacionista Público o RRPP, una forma igualmente válida y mas top de decirle, no tenés que leer extensos y aburrídídimos manuales, ni perderte el fútbol 5 con los pibes, o la novela de las ocho y media porque a la profesora se le ocurrió quedarse media horita más dictando un texto que no vas a escribir. Ni tampoco te vas a tener que bancar el kioskero con aliento a salame de milán, a esa gorda que estudia Nutrición (para colmo) y que te persigue por toda la Universidad y fuera de ella también, ni a tus compañeros que se tiran papelitos en medio de la clase como si estuvieran en segundo grado.

Para ser un verdadero RRPP, tenés que ser dueño de algunos tips escenciales. Que te van a hacer dueño de una agenda de contactos más larga que la guía, y las minas más perras, o te van a hacer morir en el intento, y vas a terminar limpiando autos, vendiendo celulares o robando bancos.

Primero que todo, y la parte del aviso del diario donde diría EXCLUYENTE, es que tenés que poseer el monopolio de la belleza. Cara linda. Si tenés ojos azules y nariz respingada mejor, si no, andá pensando en una cirugía. Abono en la cama solar del barrio y la mina que te hace las uñas mejor que se venga a vivir al barrio. Es así, quieras o no, la caripela vende, y tu jefe te va a pagar por eso, y por el botox de los labios. No lo defraudés, che.

Y no te hablo de ser RRPP del boliche más hot. Te hablo de ser uno que puede laburar tanto en una Pyme o en Coca Cola Company. Un tipo que puede llegar en un Mercedes Benz o en un Fiat, pero del 2002 en adelante. Y un chavón que puede tener amigos de la alta sociedad, o puede tener un amigo que le fie en el lavadero. Eso sí, porque si tu fierrito no brilla es lo mismo que caigas con un Chevy de los 80, aunque si el susodicho es de colección, bienvenido al club.

Otra combinación que tiene que tener ÉL, o tenés que tener vos, y ya dejando de lado el tema de la apariencia, es el chamullo, caro, barato, parla en fin. La forma en que te expresás, lo que decís cuando abrís la boca. Uh, otra vez la maldita apariencia, dije boca, y me olvidé del Padre Nuestro de los dientes blancos, y el aliento a cima del Aconcagua y Menthol. Y si no, dos buches de Lysterine antes de la reunión y vamos andando.

Cuando la sonrisa ya está en quinta, viene ese toque de simpatía oral. Sí o sí tenés que fingir que sos el mejor amigo del mundo, pero humilde... sin llegar a ser víctima. Aunque sólo seas la mentira más grande disfrazada de oveja. Tenés que tener el mejor Packaging, aunque tu fecha de vencimiento sea anterior a la de nacimiento. Ser persuasivo y manipulador, pero no evidente. Mostrar, pero no del todo. Atraer, pero sugiriendo... em, digo, no como el escote de Moria Casán.

Y ya casi estás llegando a la última etapa, ya te me vas de las manos, ya estás entrando al mercado, y todos quieren comprarte. Ahora sos omnipotente, nadie te va a parar correcaminos. Cuando tus amigos necesiten buscarte, no te van a llamar al celular, van a pedirle a sus sobrinos la colección de "¿Adónde está Wally?", porque vos, vas a estar en todas, tanto en los momentos de crisis, como en las victorias; en el casorio de Flor de la V, como en la suba de la bolsa de Bovespa; cumpleaños de 80 de la abuela o en la conferencia de prensa del Burrito Ortega. Vas a ser un camaleón y no hace falta que te explique cuál será la ocación.

PD: Rolex en la iquierda. NO a los anillos de casamiento (de última en el bolsillo). SÍ a que la gorda de nutrición te cambie por los sandwiches de salame del pibe del Kiosco.

8.10.2008

Dime con qué te emborrachas y te diré quién eres.

6 vasos de Fernet c/Coca (un quinto de Coca, cuatro de Fernet)

Sos un tipo fiestero. Te gusta la joda más que el partido de fútbol del Domingo y el escavio, te calienta más que un pete de María.
Cuando vas de boliche, siempre la pilcha es lo que cuenta a la hora de encarar. Usas remeras lisas, de colores vivos, o camisas a cuadritos pero sin el caballito, también un pantalón gastado y medio suelto, que a veces hace que te confunda con Ricardo, mi plomero. Y siempre zapatillas de lona que no lavás desde que tu vieja de las compró, cuando tenías quince.
Suerte con las minitas no te falta. Tenés un chamullo en liquidación, hasta agotar stock de 10.000 unidades (promoción válida en toda la República Argentina). Pero sin embargo la oferta, nunca supera la demanda. Estás más demandado que Brad Pitt haciendo un streptease en Lavalle y Florida, pero vos, sabés de qué se trata esta movida, y al igual que Brad, te hacés el lindo y no mirás a nadie, mientras bailás con tus amigos y te pedís el cuarto Fernet.
Y no sabés en qué momento fue, ni cómo sucedió, pero ya vas por el sexto y estás tan divertido como aquél día en la montaña rusa del Parque de la Costa en el que tu amigo vomitó a una vieja en la cabeza, y a la vieja se le salieron los dientes cuando volvió a vomitar del asco. Pero te dejás de reír cuando te das cuenta de que ahora, no hay más música, mirás al Dj con cara de "Qué estas haciendo man, el boliche hoy es mío", pero esta vez el que se hace el lindo es él. Y mirás tu vaso en el que ya sólo queda el cadaver de un hielo.
Te vas, pero no te llevas a ninguna de tus chicas. Te gusta hacerte el lindo hasta para salir del boliche y subirte en el Fiat Uno blanco que dejaste estacionado a 3 cuadras. Pero cuando llegás a tu casa, llamás a María y esta vez, si te calentás.


7 porrones de litro al hilo

¿Sos un tipo? Sos medio raro, eso seguro. Yo con dos porrones quedo adeudando cuentas de propina con la mina que limpia el baño y encima mis amigas me tienen que sacar arrastrada del boliche si es que la ambulancia no llegase a tiempo. Te digo quién sos, sos un borrachín de cuna, un alcohólico de profesión, medalla de oro y 5 discos de platino. Si fueras una esponja de adeveras, podrías chuparte el Río de la Plata.
Sos de esos que van todos los días al mismo bar del barrio, a la misma hora, con la misma cara de resaca. Entrás, saludas a los pibes y te sentás en la misma mesa que ayer. Te fumás un pucho mientras tirás las cascaritas del maní que te estás devorando, al piso.
Sos de esos que se ríen a carcajadas mientras le pegan a la mesa, y nadie sabe de qué. El negro contó un chiste hace veinticinco minutos y vos todavía seguís tentado.
Sos de esos que se tiran un eructo adelante de una dama, de tu mejor amigo o de tu jefe . Y esos que siempre necesitan llevar su desodorante más otro de reserva en el bolsito, porque chivan más que todos los ciclistas del Tour de France juntos.
Tenés una panza más grande que Papá Noel y un arito en tu oreja izquierda. El pelo descuidado, tres días de franco con la ducha, y un tatuaje medio borroso de la banda de rock que te gustaba a los veintipico.
Si hablamos de vos y el sexo femenino, mejor comprate una fábrica de consoladores. Las minas te escupen cuando vos, con tus buenos modales y tu estilo galanezco de película en blanco y negro les decís que tienen unos bellos ojos color café y que querés chuparles bien la fxgghtywanj y terminás con un "mamita" y con tres gotas a punto de precipitarse desde tu labio inferior. Así que te conviene ir ahorrando, porque además de la fábrica de consoladores te vas a tener que comprar una de baberos.


5 Whiskys Buchanan´s reserva 25 años, con 3 hielos grandes cada uno.

Pienso en Whisky y se me vienen a la cabeza esas novelas de ricos y famosos, donde el malo entra siempre a su súper mansión de su quinta de Pilar y se toma uno a cualquier hora del día, y siempe el hielo del barcito está a -5 grados a cualquier hora del día, aunque afuera de la cubetera hagan 37.
Sos una mezcla entre ficción y realidad. Un poco sofisticado y más detallista aún. Siempre punta en blanco, con tu camisa planchada y tus pantalones que te quedan casi pintados. Desgraciadamente no fue Dalí. O esa remera escote en V y pantalón cargo color beige, combinado con un peinado que para vos está de moda, pero para todos los demás sos un metrosexual y un puto que se la come redoblada. Pero vos, galán, tenés más minas de las que aparentás.
Igualmente por el tema del Buchanan´s podrías entrar en la categoría de viejo verde con un par de canas, que se fuma quince habanos por noche y mira las gomas de la moza que según él está buenísima. Pero prefiero describirte a vos, que a pesar de tu pelo con gel, sos un macho de esos que se la banca enserio, hijo de tigre, nieto de tigre y bisnieto de tigre. Le ponés huevo a todo, tanto para levantarte a la minita más linda del bar, o para decir "Yo invito la última ronda" adelante de tus trece amigos, aunque en realidad siempre salís con dos o tres. Sos sociable, pero moderado, y para seguir alagándote, dandy de la noche, me animaría a comentar que tenés buenos modales, aunque a veces cuando vas por el cuarto vaso te tirás a la pileta en pleno Julio, y se te escapa un piropo a la moza de las gomas que miden mas de 100, pero uno de los que le copiaste a los pibes de la mesa del porrón.


Dime y te diré quién eres.

La idea de estos próximos 5 posts, es poder descifrar el tipo de gente, y características, que se esconde detrás de costumbres, ademanes, hobbies o simplemente gustos diferentes respecto de los demás.